
Tres campeonatos conquistados en 2008
Con el reseñado triunfo en la Copa Andaluza, el C.D. ONCE-Andalucía ha ganado tres de las cuatro competiciones en las que ha tomado parte en este 2008 que está agonizando (sólo se le resistió la Copa del Rey, perdida en la final ante el C.D. Fundosa Once). Al éxito cosechado en Andalucía hay que sumarle la Liga, ganada de manera espectacular en la temporada donde más igualdad ha habido en las últimas décadas, y la Copa de Europa André Vergauwen. Sin duda, la Liga española es el título que más suele festejarse, por su mayor duración, por el rival con el que normalmente se mantiene el pulso, el poderoso C.D. Fundosa Once de Madrid, o por la gran competitividad que existe en España desde hace varios cursos (F.C. Barcelona, C.P. Mideba Extremadura, Aldasa Amfiv Vigo, Sandra Gran Canaria, Peinsa La Unión…). Pero el hito más relevante de estos últimos 365 días ha sido la Copa de Europa André Vergauwen. Ésta es la segunda competición más importante del baloncesto en silla de ruedas europeo, y en ella compiten clubes de un gran poderío económico y de una enorme experiencia en estas lides.

La cita con el baloncesto de elite del continente se presentaba en este 2008 como esa espina que había que sacar de cualquier manera. No se marcaba ese objetivo lejano del título, ni mucho menos. Pero, sí existía en el seno del club auriverde el deseo de, al menos, pasar la criba de la primera fase y meter la `silla´ en la ronda final, en la que se juega la supremacía de ser uno de los más grandes del concierto baloncestístico europeo.
La primera etapa estuvo en Klosterneuburg, bella y coqueta ciudad turística de Austria. Allí, los entonces pupilos de Manu Balderas (sustituido en el pasado verano por el italiano Matteo Feriani) dominaron su grupo con una solvencia que les dio la etiqueta de favorito al título para la fase decisiva. Porque, efectivamente, los Diego De Paz, Bill Latham, José Manuel Vargas, Rafi Muñoz, Pepe Navarro, Tania Romero, Sergio Beiro, Israel Sánchez, Lolín Afonso y Álvaro Pernía fueron campeones invictos de su grupo. Y eso que tuvieron que enfrentarse a enemigos de mucho peso en el básquet internacional (Santo Stefano de Italia, Conveen Sitting Bulls de Inglaterra, Rollis Zwickau de Alemania y el anfitrión, el Les Aigles de Meyrin). Heróicamente se selló la clasificación para París.

Espíritu de superación

El reto está ahí. El trabajo y la ilusión están garantizados. Otra cosa será lo que dictamine la ley del deporte.
L. Julio del Zapatero Moya